Opinión. Redactado por: Diego Zapata
Después de los gritos de euforia, los abrazos de alegría y los suspiros de alivio, es necesario volver a mirar, inspeccionar diría yo, el partido. Sí, ganamos y somos cuartos en la clasificación al mundial, pero, jugando como ayer, Ecuador, Uruguay y Paraguay nos pueden complicar la vida tranquilamente.
El periodista argentino, Martin Liberman, resumía el encuentro de la siguiente manera: “Batacazo peruano en Barranquilla! El equipo del tigre Gareca consigue una victoria resonante habiendo sufrido bastante frente a un rival directo como Colombia. La única clara, fue gol. Colombia no hace goles nunca y así es imposible soñar. Perú quedó cuarto y Colombia sexto (afuera)”.
Una acotación bastante acertada, pues el gol de ‘Orejas’ Flores fue un knock out frío, sorpresivo para el conjunto colombiano que era el dominador total. De hecho, Colombia sostuvo ese dominio durante los 90 minutos, pues obligó a Perú a desvirtuarse futbolísticamente y le arrebató la posesión del balón. Inclusive, la selección nacional no era capaz de ganar en el juego aéreo. En consecuencia, Cueva, Carrillo y Yotún pasaron completamente desapercibidos en el juego ofensivo, pues el equipo no podía armar juego y se vieron obligados a jugársela defendiendo muy atrás ante un equipo que no es efectivo.
El partido llevado a los números refuerza el dominio cafetero y su falta de gol y engrandece la hazaña peruana. La posesión fue de 69% contra un 31%, los tiros fueron de 30 contra 4 y los saques de esquina de 14 contra 5; todos a favor del local.
De hecho, no es casualidad que las oportunidades más claras para el conjunto visitante ocurriesen cuando Colombia estuvo, completamente, volcado al ataque convencido de poder ganar, posteriormente empatar, el encuentro. Así, llegó el primer gol en una contra. Y, luego, llegarían, de contra también, las oportunidades de agrandar el marcador de la mano de Cueva y Carrillo, quienes no vieron claro el pase hacia Ormeño hasta en dos ocasiones. Perú se quedó en ello: defender sólidamente en el área, ganar metros a través de balonazos y hacer daño por medio de las contras. Sin embargo, ese juego no es el sello de la selección. Perú se vio obligado a jugar así y no tuvo una respuesta para sobre llevar ello. Quizás ante esta Colombia nos funcionó, pero otros equipos con más efectividad nos pueden malograr la cena.
Evidentemente, no todo es negativo. Somos cuartos y sumamos tres puntos ante un rival directo en la clasificación. A estas alturas, lo importante es ganar, pero sabiendo que actuaciones así no se pueden repetir.
Sin embargo, este partido será recordado, primero, por ganarle a un rival al cual no doblegábamos hace más de 20 años por eliminatorias. En segundo lugar, ayer se vio un síntoma de equipo competitivo, de equipo grande: saber ganar bajo cualquier adversidad. No todos los partidos podrán ser como Gareca los imagina, pero rescatar, y en este caso sumar, puntos de contextos sumamente complicados hace que Perú sea visto con otros ojos ante los rivales. Y, por último, este partido será recordado por el significado de la victoria: estar más cerca de clasificar al mundial por segunda vez consecutivamente.
Así, es momento de pasar la página futbolísticamente, pero enmarcarla para el recuerdo de esta selección.
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